El concepto de "equilibrio de heridas" es multifactorial y abarca cuestiones interconectadas relacionadas con el proceso de cicatrización de heridas y la práctica clínica. El concepto de equilibrio de heridas pretende integrar diversos parámetros críticos que ofrezcan continuidad, cuidados individualizados y apoyo a la toma de decisiones clínicas, para situar al paciente en el centro de todos los cuidados.
El enfoque del balance de heridas pretende proporcionar a los clínicos la información necesaria para comprender la ciencia de la cicatrización de heridas, además de las habilidades necesarias para comunicarla eficazmente a los pacientes, con el fin de ayudarles a sacar el máximo partido de sus tratamientos y, en última instancia, lograr buenos resultados clínicos.
Es necesario un cambio en nuestra forma de pensar y debatir sobre las heridas, centrándonos en la cicatrización, cuando proceda, en lugar de en el tratamiento de las heridas; en última instancia, esto puede reducir la carga acumulativa de las heridas, aliviando la presión y el estrés psicológico tanto de los pacientes como de los médicos.
El presente documento ofrece orientaciones para lograr el "equilibrio de las heridas" y, en concreto, cómo puede aplicarse a la práctica para mejorar los resultados. Los objetivos son ayudar a los clínicos a:
- Comprender la ciencia de la cicatrización de heridas
- Identificación de lo que puede estar impidiendo que una herida progrese, incluyendo factores externos y barreras de cicatrización de la herida
- Identificar el potencial de las heridas crónicas o que no cicatrizan en el momento de la evaluación, en lugar de esperar hasta 12 semanas, que a veces se considera el plazo para que una herida se considere crónica; sin embargo, se trata de un intervalo y los países tienen plazos diferentes.
- Comprender la importancia de adoptar un enfoque centrado en el paciente, identificando así las necesidades individuales del paciente, y asegurando que el paciente está en el centro de todos los procesos de toma de decisiones - un proceso que comienza al principio y continúa en cada etapa del viaje del paciente.
- Utilizar un lenguaje positivo para optimizar la cicatrización de las heridas en lugar de limitarse a tratarlas.
- Tener en cuenta y medir la calidad de vida del paciente y el impacto de vivir con una herida para mejorar los resultados y acumular pruebas.
- Aplicar los conocimientos adquiridos para lograr resultados de forma adecuada y oportuna.